Rusia.- Poco más de tres millones de almas alentando a sus equipos nacionales
repartidas en 11 ciudades es lo que representó la Copa Mundial de Rusia 2018, el mundial que
ha sido catalogado como uno que tuvo como tarea reivindicar al país más grande del mundo
ante los estigmas del forastero.

La FIFA otorgó a finales de 2010 la sede del mundial número 21 a la tierra del vodka, ganando
la carrera a Bélgica y Países Bajos, España y Portugal e Inglaterra, aunque Indonesia y México
intentaron entrar a la carga pero el organismo de balompié rechazo ambas propuestas.

Rusia seguía sumando hechos nunca antes vistos, a ello se sumaba la celebración por primera
vez en Europa y Asia simultáneamente, siendo Ekraterimburgo la sede que se cruzaba entre
ambos continentes.

El arbitraje cambiaría para siempre tras la llegada del Video Assistant Referee (VAR) así como el desarrollo del juego con la adaptación de un chip especial con gps al interior del balón siendo el primer mundial que contó con esta tecnología dando un importante paso en la competición.

Fueron algunos años de obras antes de arrancar con la máxima fiesta del fútbol en tierras
rusas puesto que de las sedes elegidas: Ekaterimburgo, Kaliningrado, Kazán, Moscú, Nizhni
Nóvgorod, Rostov del Don, San Petersburgo, Samara, Saransk, Sochi y Volgogrado solo dos
estadios estaban al cien por ciento.

De las 32 selecciones que finalmente pasaron los filtros de sus respectivas confederaciones y
los últimos boletos se disputaron en el ya conocido repechaje, hubo importantes combinados
que se ausentaron de la justa: Italia, Países Bajos, Estados Unidos, Polonia, Ghana, Ecuador,
Camerún y el entonces bicampeón de América, Chile.

El silbatazo inicial sonaba el 14 de junio de 2018 en el monstruo de aquella competición, el
Estadio Luzhniki, Rusia daba el banderazo contra la selección de Arabia Saudita Mundo
goleándoles 5-0 dando como resultado el partido más abultado de la historia entre los cotejos
inaugurales de la Copa del Mundo.

Tres días después llegaría uno de los momentos que dejarían boquiabierto al mundo entero
pues México daría de que hablar el resto de la historia, con solo fe en el bolsillo los
comandados por Juan Carlos Osorio derrotaban al entonces campeón del mundo 1-0, la
todopoderosa Alemania; con una jugada y gol antológicos que finiquitó Hirving Lozano
llenando de júbilo a la nación Tricolor en pleno Día del Padre.

Alemania se quedaría en fase de grupos siendo una tremenda decepción para sus
compatriotas recibiendo un golpe de casi toda una generación de jugadores que llegaba a su
fin.

En la fase octavos el anfitrión se hizo respetar y eliminó a España que venía hace apenas unos
años de levantar la Copa del Mundo y dos Eurocopas, Brasil pasaba por arriba de México con
facilidad, Uruguay echaba a Portugal, Francia se encargó de borrar a Argentina, Croacia le ganó
a Dinamarca, Suecia a Suiza, Inglaterra doblegó a Colombia y Bélgica le dijo adiós a Japón.

La Francia de un muy joven Kylian Mbappé se encargó en cuartos de final de finiquitar a
Uruguay, una sorprendente Bélgica de Romelu Lukaku eliminó a Brasil, Inglaterra regreso a
Suecia a casa y Croacia derrotaba al anfitrión.

Las semifinales pusieron a Francia derrotando por la mínima a Bélgica con gol de Samuel
Umtiti y Croacia terminó dando la sorpresa sobre Inglaterra al ser este último uno de los
favoritos a llevarse la copa, los croatas daban el golpe al minuto 119’ en tiempos extras de la
mano de Mario Madzukic.

El tercer lugar se lo quedó Bélgica al derrotar a Inglaterra 2-0 con goles de Meunier y Eden
Hazard.

La final se disputó el Estadio Luzhniki el 15 de julio dónde Mario Mandzukic parecía cavar la
tumba croata desde los primeros minutos con autogol al 18, en un juego que terminaría con 4-
2 a favor de Francia con tantos de Antoine Griezmann, Paul Pogba y el sello de Kylian Mbappé
para así ganar la Copa del Mundo.

Las otras condecoraciones del certamen le dieron al belga Thiabut Courtois el trofeo del mejor arquero del torneo, el mejor jugador fue el croata Luka Modric, Kylian Mbappé fue elegido como el mejor jugador joven, el mejor gol de lo quedó Benjamin Pavard con el tanto que anotó en el partido contra Argentina y el premio al juego limpio se quedó con España.

Por Hugo Rodríguez

Oriundo de Guadalajara, soy reportero en Tr Fútbol y cubro a Atlas FC. Puma y Merengue de corazón.

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